Podría parecer una novela del oeste, pero no lo es.
Y sí, también hay buenos y malos y caballos y pistolas y muertos
Y hay hombres quemados por un sol abrasador; y tierras resecas, calor asfixiante y sed; una sed resacosa y acuciante que clama ginebra para las gargantas y venganza para las afrentas.
Es una historia de hombres de pocas palabras y mucha soledad; y son las palabras, justas, precisas, secas como la tierra que describe, las que cuentan y hablan de rencor, de lealtad y supervivencia; de un lugar donde la venganza es obligación y, quizá, la justificación de uno mismo.
Parece una novela del oeste y, sin embargo, no lo es.
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